VOCALÍA DE MONTAÑA DE PEÑALARA EN LA SALIDA AL PERDIGUERO
27 al 29 de junio de 2025.
Crónica de la salida a Benasque del 27 al 29 de junio de 2025.
Un puñado de 12 peñalaros nos organizamos en coches el viernes 27 y, saliendo desde Madrid sobre las 15:00h, llegamos al Albergue Escuela de Montaña de Benasque sobre las 21:00 h. Ya cerrado el comedor del albergue, el grupo se refugió para cenar en La Llibrada, un restaurante de Benasque, en fiestas este fin de semana.
Tras una noche muy tranquila (sin música ambiental en la habitación), a las 6:00 h desayunamos para afrontar la larga jornada prevista con destino al pico Perdiguero. Eran las 7:00 h cuando comenzamos el ascenso desde el aparcamiento situado a la entrada del valle de Remuñé, a unos 1.827 m de altitud. Ana P. y Luismi se nos unieron, y nos llevó unas 4 horas alcanzar el Portal de Remuñé, con sus 2.817 m. Desde aquí, las vistas del ibón Ellanco de Lliterola eran espectaculares, y se divisaba el ascenso de unos 400 m al pico Perdiguero por una pedrera que nos dejaría recuerdos inolvidables.
Todo el grupo consiguió hacer cima, a 3.221 m. En la cumbre, además de los abrazos y felicitaciones, cantamos el cumpleaños feliz a Ana P. Sus *4 lo merecían, y esta ocasión la recordaremos con mucho cariño. Menos mal que las vistas compensaron el esfuerzo de la subida. Habíamos invertido unas 7 horas.
De regreso, la bajada hasta el ibón resultó exigente. Ana T. y Laura se quedaron atrás para esperar a los dos últimos rezagados, y el resto comenzamos el descenso por el valle de Lliterola. Algunos senderos, ocultos bajo los neveros, nos obligaron a hacer uso por segunda vez de los crampones. También fue algo confuso encontrar el sendero de aproximación al Ibonet de Lliterola, que finalmente superamos por su orilla norte. Una vez definitivamente encauzados, el resto de la bajada hasta la llegada a los coches se hizo larga, pero con espectaculares vistas del valle y del macizo de la Maladeta al fondo, con su exiguo glaciar. Incluso alcanzamos a divisar Marmotas. En total, más de 13 horas «bailando».
Gracias a la insistencia de Mario, que junto con Ana T. organizaron la fiesta, conseguimos que nos guardaran la cena, que compartimos con Ana P. (la cumpleañera). Por si la experiencia del día no hubiera sido suficiente, Elena y Gema aún tenían energías y ganas de marcha para salir a las fiestas. Y como no iban a ser menos, se animaron también Ana T., Mario y Laura. Uno no está para fiestas a estas edades, así que me fui a la cama como un gorrión.
El domingo 29 me imaginé que habría renuncias tras la paliza del día anterior. Pues no. Todos dispuestos, nos reunimos sobre las 9:00h con Nieves, Luismi, Arantxa y su padre Angel Luís (el Niño), quien nos guió para atacar el pico Sancroux, de unos modestos 2.671 m. Partimos del mismo aparcamiento del día anterior y esta vez ascendimos en dirección norte, pasando junto al ibón Gorgutes, hasta alcanzar el puerto de la Glera, a 2.364 m.
Disfrutamos de las vistas de todos los picos, así como de las explicaciones de Ángel Luís sobre una ruta muy recomendable: salir de Llanos del Hospital, atravesar el Portillón y terminar en el Hospital del lado francés, para al día siguiente regresar por el Puerto de Glera, disfrutando de unos hayedos impresionantes. Seguidamente, nos dirigimos en dirección noroeste para hacer cumbre. Allí, Mario nos regaló una charla sobre la importancia geológica de los Pirineos, con el espectáculo visual del lado francés.
Pudimos ver la Tuca de la Glera, el Sajust, La Montañeta, y el Portillón de Benasque, entre el Salvaguardia y la Mina. Además, el pico la Tuca y la Tuqueta Blanca de Paderna, la Tuca del Ésera, el Aneto y las Maladetas. Por delante de las tucas Estatás, el Quillón y Cregüeña el macizo del Alba, la cresta de los 15 Gendarmes y la Tuca d’Acampament.
De regreso, un grupo reducido se quedó en el ibón para darse un chapuzón, y el resto bajamos hasta los coches, donde sobre las 14:30 h dimos por concluida la actividad.
Quiero felicitar desde aquí especialmente a todas las chicas, que crearon un ambiente magnífico y demostraron su fortaleza y experiencia, haciendo cumbre muchas de ellas antes que nosotros. Quiero animar a las mujeres del Club a jugar un papel más relevante del que han tenido hasta ahora. Nos aportan y enriquecen a todos por su visión diferente. Peña-Lara es nombre de mujer. ¿Por qué no hemos tenido ninguna presidenta en estos más de 110 años?. Todos conocemos socias, que habrían sido excelentes candidatas. ¡Cuántas oportunidades perdidas! La sociedad demanda hoy más participación femenina y yo quiero a través de esta crónica, hacer reflexionar sobre este cambio para, entre todos, liderar una nueva etapa y ser ejemplo a seguir por el resto de asociaciones, como lo hemos sido hasta la fecha.
Texto de Miguel Bastida.
Fotografías de los asistentes a la salida
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