GRUPO EXCURSIONISTA DE PEÑALARA EN EL RECORRIDO POR EL PUERTO DE CANENCIA. ASCENSIÓN AL CERRO DE LA GENCIANA Y LA PERDIGUERA.
26 de abril de 2025.
El sábado 26 de abril nos reunimos un total de 19 personas para emprender una marcha del Grupo Excursionista de Peñalara.Quedamos en el aparcamiento frente al campo de fútbol de Bustarviejo, nos calzamos con botas pues se preveía unos caminos llenos de agua y tras saludar a los amigos, con algunas caras nuevas para algunos de nosotros, ya estábamos preparados para la caminata. Era una mañana fresca, pero con un cielo azul que prometía un precioso día de primavera lleno de luz.
Nos encaminamos por una senda de subida hasta llegar al puerto de Canencia. Allí nos encontramos con muchos ciclistas y también con algunos coches que aparcaban al lado de la valla que rodeaba la fuente, nos sorprendió y asustó un conductor que sin ningún miramiento aceleró para salir de la pista de modo brusco… Repusimos agua y fuerzas picando algún fruto seco y continuamos marcha. Fuimos con precaución por la pista porque bajaban bicis a gran velocidad. Llegamos al edificio abandonado de un centro de interpretación, dejamos el tramo de pista y continuamos subiendo por un pinar, en algunos momentos se perdía la senda y fuimos buscando la mejor manera de llegar al prado del Toril; como indica su nombre nos encontramos con la edificación de un muro circular que se usaba como toril.
Continuamos con el ascenso para alcanzar la cumbre del cerro de la Genciana. Desde este cerro las vistas eran espectaculares; la imagen de la Maliciosa y Peñalara, con bastante nieve todavía en sus cumbres, y el contraste del cielo azul con alguna nube junto con el verde intenso del campo nos hizo que muchos de nosotros sacásemos el móvil e hiciésemos la foto panorámica del día. No tardamos nada en llegar al punto geodésico que marcaba la Perdiguera, donde aprovechamos a comer, eso sí resguardados del aire entre las rocas.
A continuación, comenzamos la marcha de descenso hasta llegar de nuevo al centro de interpretación abandonado y desde allí nos dirigimos a visitar la Chorrera de Mojonavalle. Era una hora prudente y pensábamos que merecería la pena visitarla pues tras un mes de tantas lluvias bajaría a reventar de agua. Nos encontramos con bastantes familias disfrutando de la imagen de la chorrera. Y después de las obligadas fotos pusimos rumbo a los coches.
Finalmente, la ruta tuvo algo mas de 23 km de distancia y unos 700 metros de desnivel. Un día estupendo, con maravilloso tiempo y mejor compañía.
Texto de Consuelo Concha Sobrino.
Fotografías de los asistentes a la ruta.
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